por Dyer W. Wayne
Extracto del libro 'Tus zonas Mágicas'

Un hombre andrajoso, que parecía no poseer nada en un sentido material, se acercó a un capataz y dijo: ¿Puede ayudarme? Necesito trabajo.
Muy bien -dijo el capataz-, tome esa piedra grande y hágala rodar por la cuesta arriba y abajo. Si lo que necesita es trabajo, eso bastará a sus necesidades.
No me entiende -dijo el hombre-, lo que necesito en realidad es dinero.
Ah -contestó el capataz-, si se trata de dinero, aquí tiene cincuenta dólares. Pero no puede gastarlos.
El hombre se quedó de nuevo perplejo.
No me entiende, lo que necesito en realidad es comida y ropa, no solo dinero.
Si está seguro de que eso es todo lo que necesita -contestó de nuevo el capataz-, puede gastar el dinero en comida y ropa, pero no podrá comer la comida ni usar la ropa.
El hombre se vio obligado a ver que lo que realmente necesitaba era una sensación de seguridad, paz y satisfacción interior. Todo ello es invisible y todo está dentro de su pensamiento; allí esta todo el sustento divino.